26 febrero, 2018

Ganadores de los Templis 2018

Un año más, ha llegado el momento de conocer cuáles son las novelas más destacadas del panorama juvenil del año 2017, de acuerdo a los redactores de El Templo de las Mil Puertas. La revista literaria acaba de llevar a cabo el fallo de los Premios Templis 2018, que van ya por su novena edición. Fueron 19 las novelas que resultaron finalistas, pero solo 4 de ellas han podido llevarse el título de "Mejor novela extranjera independiente", "Mejor novela extranjera perteneciente a saga", "Mejor novela nacional independiente" o "Mejor novela nacional perteneciente a saga". Si quieres saber cuáles han sido las afortunadas, no tienes más que seguir leyendo.

El puesto a la mejor novela extranjera independiente se jugaba entre Butter de Erin Jade Lange, Los chicos sí que lloran de Leah Konen, Libre de Patrick Ness, El sol también es una estrella de Nicola Yoon, Sophie en los cielos de París de Katherine Rundell y El abismo de Neal Shusterman, siendo esta última la obra premiada «por su originalidad a la hora de construir un reflejo tan onírico como acertado de una realidad terriblemente complicada, la elegancia con la que juega su prosa y la enorme importancia de su mensaje».

La premiada a mejor novela extranjera perteneciente a saga ha sido El rey cuervo de Maggie Stiefvater, que los redactores de la revista han destacado «por su original ambientación, su intrigante trama de magia ancestral y sus inolvidables personajes». La novela competía junto a obras como Las lentes fragmentadas de Brandon Sanderson, Las marcas de la muerte de Veronica Roth, El soñador desconocido de Laini Taylor y Siega de Neal Shusterman, autor este último que ha conseguido estar presente como finalista en ambas categorías a pesar de no alzarse victorioso.

En la categoría a mejor novela nacional independiente eran cinco las obras finalistas: El valle oscuro de Andrea Tomé, Siempre será diciembre de Wendy Davies, La flor de fuego de Alba Quintas, Las palabras heridas de Jordi Sierra i Fabra y Rojo y oro de Iria G. Parente y Selene M. Pascual. En este caso, fue la novela de Andrea Tomé la que resultó premiada «por su ambientación rica en detalles, un estilo que denota madurez, dos protagonistas inolvidables y la valentía de la historia que cuenta».

Por último, la mejor novela nacional perteneciente a saga ha sido Heredero de Costa Alcalá «por su mundo exquisitamente trabajado y original, su estilo lleno de intriga y tensión, y unos personajes que se salen de cualquier arquetipo». La obra competía junto a La ciudad de las obras de Victoria Álvarez y Ladrones de libertad de Iria G. Parente y Selene M. Pascual, que estuvieron nominadas en ambas de las categorías nacionales por sus novelas.

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